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RESTAURACIÓN DEL MONUMENTO AL TRABAJO |
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Ciudad Hidalgo, Mich., 12 de marzo de 2019 En la entrada oriente de Ciudad Hidalgo, Michoacán, se encuentra el “Monumento al trabajo”, obra que tiene ya 15 años expuesta en este crucero, diseñada y construida por el Escultor Gonzálo Beltrán, quien, en el mes de agosto de 2018, todavía en la administración del Ex -Presidente Rubén Padilla Soto, realizó trabajos de restauración de esta obra. Este monumento se comenzó a edificar en el año 2002 en la administración del Ing. Everardo Padilla López y se concluyó en el 2004 en la administración del Arq. Sergio Solís Suárez y trata de representar a todos los hombres y mujeres del municipio de Hidalgo, que con su trabajo honesto se construyeron a si mismos y se elevan sobre las adversidades de la vida. |
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En los últimos días de la administración municipal de C.P. Rubén Padilla, decidió cumplir con su palabra empeñada al inicio de su mandato, se comenzó a trabajar arduamente y a marchas forzadas en la restauración del Monumento al Trabajo. El escultor Gonzálo Beltrán Pérez hace años ganó un concurso convocado por las autoridades municipales, para hacer una escultura que fuera representativa de nuestro Ciudad Hidalgo. Fue sencillo elegir el tema, el mayor mérito particular que tiene la sociedad de Ciudad Hidalgo es la vocación y voluntad de trabajo que nos caracteriza. Casi cada casa es un taller, un comercio, una empresa de servicio y cada familia es una sociedad de producción, resultaba claro y evidente que el trabajo era un tema adecuado al municipio de Hidalgo. Una vez elegido el tema, el siguiente reto creativo consistió en pensar y sentir cómo se representaría en una sola figura al trabajo de toda la gente sin dejar fuera a ninguno. ¿Por qué un hombre? La decisión de hacer una alegoría al trabajo, trajo como resultado que debía hacer la escultura de un hombre, es “EL TRABAJO”, si hubiera elegido la alegoría por ejemplo de la paz, de la guerra o de la medicina habría tenido que poner una mujer. El trabajo es una alegoría masculina. ¿Porque desnudo? Tres razones para ponerlo desnudo. La idea es que esa figura represente a todos los trabajos, a todos los oficios, y a todo el tiempo. Particularmente se trataba de no dejar fuera el trabajo artístico e intelectual. Cualquier ropa que se hubiera elegido o cualquier herramienta en sus manos limitaría la imagen a un trabajo en particular, a una época en particular o un esfuerzo físico, en cambio la figura desnuda aborda el tema desde otra perspectiva, el trabajo como la construcción de uno mismo.
La
segunda razón para ponerlo desnudo. Es por puro ego y vanidad artística,
es por lo que tiene de reto. La figura humana tiene un alto grado de
dificultad técnica (y más todavía si es monumental). Y más todavía si se
hace desnudo, y más reto si se hace de hierro forjado. |
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La tercera
razón para ponerlo desnudo es controversial, a propósito. En Europa en el siglo XV y XVI, hace ya mucho tiempo, en el Renacimiento. Se desmitificó el cuerpo humano y se le quitó su sentido pecaminoso medieval. Plazas públicas, castillos e iglesias se llenaron felizmente de esculturas y pinturas de cuerpos desnudos. La capilla Sixtina es el ejemplo más acabado, pero hay miles. Dioses y santos desnudos, vírgenes desnudas. El cuerpo dejó de ser pecado y se pudo admirar en toda su esplendorosa divinidad. Pero esa revolución ideológica-religiosa nunca llegó a amplias regiones de América, que renegaban del Renacimiento y sus nuevos valores. Es el caso de nuestra región, donde hay personajes y posturas al respecto con tres siglos de atraso cultural, si definitivamente se trataba de escandalizar un poco y se logró. En su momento opiniones bien intencionadas me decían –“Tendrás suerte si no lo quitan, es muy atrevido para la región”, y sobrevivió ya más de catorce años. Por qué el pene pequeño. En la historia del arte hay discusiones de siglos, una de ellas muy divertida se refiere a la moralidad e inmoralidad de una obra, divertida por absurda, ya que la moralidad o inmoralidad no pueden estar en la obra sino en la mente y en la mirada del espectador. La idea es reconocer la importancia del espectador e intentar tratarlo con respeto. Si bien es cierto que se pretende escandalizar un poco a las buenas conciencias, tampoco se trata de ofender a nadie, o no mucho, es una simple o complicada cuestión de matices. Qué tanto y hasta dónde, la solución como siempre está en los clásicos, la respuesta de Miguel Ángel ante las críticas moralistas de la época resultó divertida e interesante –“Si se ve el pene, pero es un pene inofensivo” (Miguel Ángel). Esa es la razón por la que se le puso un pene tan pequeño. Ya se explicó que el trabajo es una alegoría masculina, así que tiene que representarse con un hombre, explicamos también las razones que me llevaron a decidir poner a ese hombre desnudo, también aclaramos que tiene un pene inofensivo, para que no ofenda a nadie. Ahora se documenta cómo se eligieron las características físicas de este sujeto. En el municipio de Hidalgo, Michoacán, es rico el mestizaje, tiene comunidades indígenas de origen Chupícuaro, otomí y purépecha, la colonización española y posteriores migraciones y asentamientos árabes, luego franceses, y alemanes. Aún con todo esto hay tipos raciales predominantes, que se imponen por los apellidos más frecuentes en la región, González, Soto, García, Marín, Cambrón, Pérez, entre otros. Con un poco de observación uno consigue encontrar las razas más frecuentes, las características físicas más numerosas. Con estos rasgos y estas características construí un tipo prototipo. Las proporciones usuales son espaldas muy anchas, brazos y piernas cortos, recios, musculosos, anchas canillas, manos fuertes, pelo quebrado, piel clara, ojos ligeramente rasgados, labios delgados, orejas pequeñas pegadas al cráneo, pies largos y huesudos, y nalgas más bien planas.
La mayoría
de los hombres en esta región compartimos la mayoría de estas
características, y con ellas inventé nuestro personaje. Aprender a dibujar es aprender a ver. Aprender fotografía es aprender a ver. Para la literatura uno aprende igual a ver, pero también escuchar y leer. Para la cultura general, la mirada ya no solo se queda en la escena observada, o en las palabras o textos, uno viaja en la mirada al pasado de las gentes y las cosas, al presente oculto, o al futuro posible.
Entre otras
cosas, así se fabrica un artista, entrenado la mirada, aguzando el oído y el
entendimiento. Y coleccionando a lo loco, nombres inútiles, datos inútiles,
historias y reflexiones inútiles, solo por si un día las necesitamos para
construir una imagen, un color, un sentimiento.
Texto extraído del perfil
personal de Gonzálo Beltrán
www.cdhgo.com.mx |
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